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Friday, September 28, 2007

ARENAS FUE EL MENOS CIEGO






Los dos maestros internacionales más jóvenes de Colombia, titulación mundial para ajedrecistas destacados, se enfrentaron a la ciega: ojos vendados, concentración y memoria puestos a prueba.

Antes de ser asesinados, sus familiares supieron que él había conquistado América Latina: su talento cobraba fama mundialmente. Polonia era invadida por los nazis y él se salvaba por estar representando a su país en la Olimpiada de Ajedrez, de Buenos Aires, Argentina. Mientras en los campos de concentración sus seres queridos permanecían sin esperanzas, Miguel Najdorf se proponía batir el récord mundial de partidas de ajedrez a la ciega.


Su intención era clara y el objetivo se cumplía, según lo que le dirían personas que sobrevivieron al Holocausto: su familia supo de su récord, debido a la amplia difusión que los medios de comunicación le dieron en la época. Jugar sin mirar el tablero fue la más reconocida habilidad de Miguel Najdorf, virtud que otros ajedrecistas perfeccionaron en cautiverio, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando pocas eran las distracciones a la mano.

En 1997, a los 87 años de edad, falleció el polaco, nacionalizado argentino, Najdorf. Una década después, David Arenas y Juan Carlos Guerrero rememoraban al Gran Maestro polaco-argentino, cuando se enfrentaban en la Universidad EAFIT, de Medellín, el miércoles 26 de septiembre de 2007. El sorteo de piezas dio las blancas a David Arenas, el más joven Maestro Internacional colombiano de la historia (13 años, en 2005). Una venda azul para Guerrero y una amarilla para Arenas excluyeron temporalmente el sentido de la vista. 1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6: como si su espíritu estuviera presente, jugaban la Variante Najdorf de la Defensa Siciliana, otro de los legados que inmortalizaron al ajedrecista judío en los libros y en las memorias de quienes estudian el juego ciencia.

Garry Kaspárov, para muchos el más grande de la historia, siempre temió dañar su cerebro al esforzarse demasiado en análisis mentales sin referentes visuales, exhibición que ahora tenía enfrentados al campeón del Centroamericano Sub-20 2007 en El Salvador, MI Juan Carlos Guerrero, con quien representará a Colombia en la categoría Sub-16 en el Mundial de Turquía, dentro de un mes, MI David Arenas. Guerrero, pese a tener las piezas negras, jugó de forma agresiva. Ambos buscaban la activación de sus piezas y el ataque al rey contrario desde las primeras jugadas.

Los curiosos se acercaban a la cafetería central de la universidad, aunque la mayoría sin entender cómo pueden tener en su cabeza el tablero de ajedrez. “Decidí atacar el flanco de rey, un plan relativamente nuevo y empleado en el Mundial en curso”, relató Guerrero, de 18 años, luego de que la venda fuera retirada de su rostro y sus ojos recibieran luz de nuevo. El estudio teórico de ambos jugadores facilitaba la asimilación de cada movimiento y así advertir y prevenir amenazas.

Una partida muy bien jugada se definió cuando Arenas aprovechó el descuido de su rival. Un error de cálculo que, por no constatar con sus ojos lo que su memoria podía indicar, hizo que Guerrero dejara su dama en el aire. Y Arenas lo resumió al final de la partida: “supe contener el ataque y salir victorioso después de un error de ´visión` de Guerrero, quien se confundió con la posición de una torre”

Wednesday, August 08, 2007

ARENAS VS. PEÑA

FOTOS DE ERNESTO APONTE

“Tengo preparada una novedad que va a sorprender a Peña”, decía David Arenas, emocionado. El antioqueño de 15 años llegaba a esta partida sin ninguna victoria oficial ante Peña, atlanticense de 17.



En caso de que el sorteo le diera las piezas blancas a Arenas, el Maestro Internacional más joven en la historia del ajedrez colombiano, tendría una idea sorpresiva en la Apertura Española (forma de iniciar el juego estudiada por el sacerdote Ruy López en los años 1500).

“Estoy cansado”, fue lo primero que dijo Alfredo Peña en la Liga de Ajedrez de Antioquia. Ese 21 de junio de 2007, el barranquillero acababa de llegar de Cartagena, donde había disputado el Nacional de Mayores, siendo el más joven finalista de la rama masculina. Alfredo Anatoly Peña, registrado por error del notario Anatoley, recibió su segundo nombre por la afición de su padre hacia el ex campeón mundial de ajedrez, el ruso Anatoly Kárpov.

Por más paradójico que suene, don Alfredo quería que Alfredo Anatoley fuera futbolista, intención que mantuvo firme hasta que “Alfredito” ya tenía 3 títulos nacionales de ajedrez en su currículum. Alfredo tiene potente disparo que podría haberlo convertido en todo un cañonero del Junior de Barranquilla pero prefirió entregar sus energías al tablero de 64 casillas. Ambos jugadores, listos para enfrentarse en una partida de ajedrez, podrían estar preparando su cuerpo y mente para verse las caras pateando un balón.

El antioqueño también frustró un sueño paterno al llegar de estudiar, sorprendiendo a Víctor Arenas: “papi: voy a representar al colegio”, “¿sí?, ¿en fútbol?”, “no, en ajedrez”, fue la sentencia que puso triste a un esperanzado padre en tener un goleador en casa. Pero ahora la situación es distinta: Alfredito se coronó campeón mundial escolar Sub-17 en Grecia, por encima del local Georgios Goumas y del ruso Alexander Kopylov y David Arenas llegaba con el importante antecedente de compartir el primer lugar del Panamericano Sub-20 2005 con el ecuatoriano MI Daniel Mieles y el argentino MF Leandro Perdomo, obteniendo, con 13 años de edad, el título de Maestro Internacional. Peña y Arenas, sin importar la lucha de honor que los uniría en una hora, se saludaron y se fueron a jugar tenis de mesa.


Las muñecas se calentaban con la raqueta para agilizar el movimiento de las piezas. Al tratarse de un juego a 10 minutos por jugador, para toda la partida, la agudización de los reflejos podría resultar definitiva en el resultado. Eran las 6 de la tarde y los elementos de ambientación ya estaban instalados. El Parque del Ajedrez, sede de la partida de exhibición ya tenía los flashes de las cámaras fotográficas disparándole de forma continua, las antorchas a lado y lado sustituían las habituales luces artificiales que, en su mayoría, se encontraban apagadas.

Arenas y Peña, un poco agitados tras su enfrentamiento en tenis de mesa, actuaban cual actores de Hollywood: las dos estrellas de la noche concedían entrevistas para radio y televisión, un medio tras otro, en directo o pregrabado. Por media hora parte del sueño de Víctor y Alfredo, padres de los jóvenes en contienda, se hacía realidad. Los más importantes medios de comunicación locales se volcaron hacia David y Alfredo Anatoley pero el tema era su duelo, preámbulo del XVIII Festival Panamericano de Ajedrez de la Juventud 2007.



Luego de escuchar los himnos y discursos protocolarios, publicar el promo del campeonato y el intro del juego Arenas vs. Peña, el maestro de ceremonia John Jaime Osorio llamaba a la mesa a los jóvenes tableros colombianos. “con ustedes el Maestro Internacional más joven en la historia del ajedrez colombiano, David Arenas”.

Arenas, de camisa a rayas manga corta y su chaqueta gris, pasó por el centro de la zona de juego, ante la asombrada mirada de las de cerca de 400 personas: “¿ese niño es el Maestro?”. El presentador del evento retomó la palabra: “tengo el honor de presentarles al campeón mundial escolar Sub-17, Alfredo Anatoley Peña”.

Peña bajó las escalas, se dirigió hacia el frente del escenario. Como es habitual, un saludo de manos entre ambos jugadores y la necesaria explicación del reglamento por parte del Árbitro Nacional Juan Carlos Delgado: “cada jugador tendrá 10 minutos en su reloj, sin incremento de tiempo. Al tratarse de un encuentro de blitz (ajedrez rápido), una jugada imposible da inmediata derrota y es a finish (quien consume los 10 minutos pierde)”.

Una mirada penetrante de Peña buscaba intimidar a Arenas, antes del inicio del juego. Arenas quiso afectar la psicología de Peña, innovando en la jugada número cuatro de una Defensa Siciliana, a lo que Peña respondió con otra acción novedosa y la partida se salió de la teoría. Lo que se llama ajedrez puro, intuición e inspiración, fue lo que se vio en la Apertura del juego de exhibición.

El tablero electrónico era proyectado a tres pantallas, para quienes asistieron a la exhibición, y los movimientos podían ser seguidos por cualquier aficionado en el mundo a través de la web oficial del torneo. Entre dos jugadores que se conocen tanto como ellos resulta difícil hallar una acción sorpresiva, pero así fue. El llamado ajedrez teórico, ese que se estudia en los libros, en chessbase (base de datos mundial de partidas), pasó a un lado. La partida, la primera en la historia del ajedrez colombiano en ser observada en Internet en tiempo real, se fue al terreno donde se conocen los reales talentos: ante la desaparición de las posiciones memorizadas es el juicio, la capacidad de estructurar planes, la que da el toque de magia, donde lo inaudito e impredecible puede ser lo más apropiado.

El tiempo apuraba y la presión crecía. Peña se relajaba ante una ventaja decisiva en el final de la partida. La tenue luz impedía que observara con claridad el tiempo que quedaba en su reloj. Ambos querían jugar rápido pero en sentidos paralelos. Arenas se agachaba y buscaba ganar por tiempo, sin reflexionar demasiado cada movimiento.

La posición entraba en simplificaciones: con una serie de cambios de piezas Peña buscaba acelerar el desenlace, con la premisa teórica de que mientras menos piezas en el tablero quien tiene una ventaja la materializa con mayor velocidad. Para forzar las simplificaciones, Peña debía actuar de forma contraria a la de Arenas: invertir mucho tiempo para asegurar que esas cambios de piezas fueron obligadas y su adversario no tuviera alternativa de evadirlos.

Con esa doble concepción ajedrecística, el encuentro se determinó por los factores de tiempo y materia. El tiempo de ventaja que Peña había acumulado en la Apertura se diluyó en el Medio Juego. Peña se involucró mucho en la posición, tanto que, por un momento, olvidó que el tiempo se estaba equilibrando. Cuando a Alfredo Anatoley le quedaban 4 segundos en su reloj, Arenas quedó sin tiempo, lo que equivale a derrota. El antioqueño agachó su rey y le dio la mano al atlanticense. Los 20 minutos de enemistad y lucha de territorio terminaron: un nuevo enfrentamiento en tenis de mesa se pactó.


Juego de ping-pong
El Grifo -- Ideas Fluyendo - viernes, 17 de agosto de 2007

Friday, June 08, 2007

Mis ojos se adelantaron

Sábado, 28 de abril de 2007

Mis ojos se resecan ante la continua salidas de dolor transformado en agua. Mi alma sufre por tal acto de atrevimiento de mis ojos y se deshidrata. El agua baja y corta la respiración: de forma absurda, sin tocar nariz, el aire empieza a escasear. Ahogado, por ausencia de aire y exceso de agua, intento volver a la esencia y respirar. Mi intento fracasa. Mi alma reclama a mis ojos por provocar la muerte del todo: exige una prueba certera de que hubo justificación para tomarse atribuciones ajenas. ¿a quién le correspondería quitar el aire, negarse a recibirlo, sino a la nariz?, ¿qué diablos hacen los ojos decidiendo la muerte de un ser?, ¿no sería su función evitarla, advirtiendo del peligro que se acerca?

Thursday, May 17, 2007



Luego del triunfo de Sebastián Marín, Deportista Revelación del Año en Antioquia. En el mirador, todos posando. Juan, Rolo, Diego, S. Marín, Sebas Tobón, Morgan















Thursday, May 10, 2007

Llevar a Medallo en los hombros

A sus quince años no se viste solo. Tiene melena que en ocasiones se le va al frente y le impide ver el juego con normalidad. Es negro, vivió en la calle y estuvo en un centro de rehabilitación para drogadictos.

Va en los hombros de su padre como si fuera un bebé. No es necesario observarlo durante horas para saber que es adoptado. Aunque no llevan el mismo apellido, nunca se convierte en motivo de recriminación.

El padre se llamaba Gustavo Giraldo Zuluaga. Se llamaba no por haber muerto sino porque decidió portar al equipo de fútbol que ama en su cédula de ciudadanía. Logró convertir el nombre del equipo de fútbol que ama y el suyo en el mismo.

Deportivo Independiente Medellín Giraldo Zuluaga lleva a quien considera su hijo al Estadio Atanasio Girardot desde 1992. Tres años vivió en la calle, donde conoció a su hijo y lo bautizó Medallo Campeón. Deportivo Independiente entró en el mundo de las drogas y no le encontraba sentido a la vida, luego de perder a su esposa cuando tenía siete meses de embarazo. Los médicos tampoco pudieron salvar a su hija en gestación y el dolor que da la muerte inundó, por partida doble, la vida de Deportivo.

De hocico negro, brillante, como si siempre estuviera húmedo, y casi del todo redondo, Medallo llenó el vacío del afecto perdido. A Deportivo nunca le importó la impureza racial del can. La mezcla de French Puddle y Coker Spaniel con varias razas criollas le dan el aire de perro callejero que delata su pasado. El espíritu aventurero lo llevó a acompañar a su padre al centro de rehabilitación el 25 de diciembre de 1995. Deportivo Independiente nunca olvida la fecha en que aceptó recibir ayuda con la condición de que dejaran quedar a Medallo con él.

El público grita y él ladra. En la euforia del gol es uno más. El compás de los coros, voces unidas que apoyan y rechazan con igual intensidad, se compagina con el “canto” de Medallo. Perros debajo de las tribunas y un perro en ellas: Medallo rompe con la regla de que los perros en un estadio cumplen la función de atemorizar a los agresores. En su interior, probablemente no entiende el significado de ser hincha pero se comporta como tal: va vestido de azul y rojo y ladra cada gol a favor del DIM como si la alegría humana lo contagiara.

Medallo no ha dejado la marca de sus dientes en ningún personaje del fútbol o de la farándula internacional. Tampoco ha recuperado la Copa Libertadores o la Copa América, como el perro llamado Pickles con la Copa Jules Rimet poco después de ser robada en el Mundial de 1966. La fama no se la debe a una exaltación de sus instintos caninos ni a una hazaña sin precedentes.

Debió observar, con su padre Deportivo Independiente, el triunfo del DIM ante el Pasto, que le coronó campeón luego de 45 años. Medallo no vivió durante todo ese tiempo, al igual que la mayoría de hinchas del rojo. Llevaba 10 años asistiendo a los partidos del DIM y nunca lo había visto finalizar primero de un torneo. En el año 2002 le hizo honor a su apellido Campeón.

Medallo compartió la miel de la victoria desde la capital de Antioquia, ttras la cancelación de una caravana rumbo a Pasto. El Estadio La Libertad no vio al perro en la espalda de Deportivo aquella tarde del 22 de diciembre, pero Medallo se quería montar al televisor.

En Río de Janeiro lo llaman torcedor, en Roma tifosi, en Montevideo hincha, pero en Medellín deberíamos usar más de una palabra para definirlo: es llevar a Medallo en los hombros.

Sunday, May 06, 2007

Ummm...

Nunca me valoraste, en resumen no me merecías. Di mucho y poco recibí. Ahora tengo una mezcla extraña: me siento liberado y vacío

Saturday, April 14, 2007

Mi boca no es mi alma


Cata Acevedo...

La distancia unió mi alma a la tuya, sin que mi boca se redujera al terrenal ejercicio de moverla armónicamente junto a la de otro ser. Mi boca no besaba, satisfacción que sacia la sed física de contacto. Mi boca traducía, en la medida que su imperfección carnal se lo permitía, los vestigios de un cúmulo de sensaciones encerradas.

Ellas empujaban para salir y fracasaban en el intento: mi alma se encontraba en un estado de plenitud tan inconmensurable que mi boca, maldito objeto de pasión desenfrenada, no codificaba de forma acertada. Cada sílaba de amor emitida no se asemejaba a las que, intactas se conservan, en un lugar de mí que jamás se vio afectado por la geografía.

Wednesday, March 21, 2007

Mis amigas presentadoras de farándula

¿Cómo eligen a las presentadoras de la sección de Farándula (rebautizada, probablemente con la intención de parecer menos banal, de “Entretenimiento”)? Al parecer el respeto a los televidentes es un factor menor. Sólo basta comparar la forma en que presentan la información similar en canales internacionales para concluir que si RCN permite la mediocridad en sus “estrellas” es por facilismo y no porque ese tema implique un tratamiento pobre y vacío (representado en los maniquíes que exponen su figura, pero muy seguramente impulsado por quienes las eligen, “guían” y dirigen por el camino de lo fácil).

Gracias a Carolina Cruz, Isabel Sofía Cabrales, Cristina Hurtado, Claudia Bahamón, Ana Karina Soto, Laura Acuña, (en caso de lío legal preferiría renunciar a la defensa, si me correspondiera como abogada), Ana Katalina y, la última incorporación de Jota Mario, Mabe, los teóricos del periodismo podrían redactar un manual estructurado de cómo no presentar una sección. Perdón por olvidar citar a la “genial” Connie Camelo y a Catalina Gómez (la academia no garantiza el profesionalismo, el cartón no necesariamente representa conocimientos y aptitudes).

Parte uno: introducción al invitado al set, habla alguna de nuestras “figuras”: “Qué rico tenerte aquí” (lugar común, frase que se repite sin importar quién esté en la emisión). Como es actor proceden al tipo de preguntas que jamás se hacen al aire, detalles que debe conocer alguien que va a entrevistar a un personaje público (y, en caso de ignorarlo, realizar una documentación anticipada o corta entrevista previa): “Recuérdanos, ¿en qué novelas has actuado?” Aparte de que redundan en la imagen de desinformadas que bien saben liderar, es una falta de respeto para el invitado y el televidente desconocer la trayectoria y/o el tema a tratar. Si la intención es hacer un vistazo a los antecedentes bien pueden mencionarlos como parte de una introducción a las “maravillosas” preguntas que formulan Ana Kata, Ana Kari, Caro, Clau, Cris, Lauris o Sofi (como ellas mismas se tratan al aire, como si nos interesara saber que son amigas).

En caso de que se trate de un cantante: “no te puedes ir sin darnos un pedacito de tu nuevo álbum”.

Parte dos: presentación de la nota de Juanes o Shakira (o en orden contrario). “Ese orgullo de la música colombiana…” Eso es un tema para otro tratado, pero parece que la maquinaria del manager funciona bien (por cierto, la crítica musical colombiana, si es que a la seguidilla de elogios desmesurados se le puede llamar así, apadrina la mala música, la peste de lo comercial. Una letra de niño de cinco años con dos acordes, con frases que la gente sabe antes de que el disco salga porque son frases de cajón…) Creo que me estoy saliendo del tema. Perdón, pero parece que hablar de “Entretenimiento” ligara de forma indisoluble los nombres de Shakira y Juanes, porque cada emisión está dedicada a ellos, como si no hubiera nada interesante por hablar. La reportería se basa en temas tan absurdos e intrascendentes como la ropa interior de Juan Esteban Aristizábal, el matrimonio entre De La Rúa y la barranquillera (que vienen anunciando las ilustradas astrólogas desde hace más o menos un lustro y que es, probablemente, el rumor más usado para rellenar la sección de Farándula de RCN).

Parte tres: Cometiendo errores de género (empezar la frase con sujeto masculina, al que adhieren un adjetivo femenino), de número (sujeto singular con verbo plural), dirán las palabras mágicas, sin las cuales es imposible concluir una nota. “Es divino, espectacular”, pisoteando las mínimas normas de respeto al público: no es necesario que el presentador me diga que es divino, de hecho puede que a mí no me parezca. Su rol no es el de comentaristas de notas, sino de presentadoras.

Lo mínimo que se les puede pedir a quienes las dirigen (ya que muy seguramente las felicitan por su “estupendo” trabajo y no piensan en los múltiples abusos de la ignorancia de un alto porcentaje de la población del país) es que las inscriban en un curso de lectura, con eso por lo menos aprenderían a leer las sandeces con las que inician o cierran una nota (y, claro, recordarles que no presentan fábulas infantiles en las que se requiera una conclusión de lo evidente).

Por último, aunque tendría tema para iniciar un boceto del mencionado manual de cómo no presentar basado en las niñas de RCN, la participación de las citadas mujeres en la sección de Entretenimiento sólo está produciendo un mayor desprestigio de la carrera de Comunicación Social. Pues claro, si mi hija me dice que quiere llegar a la televisión, vería la opción de invertir el dinero en implantes de silicona, elemento primordial para tener un puesto privilegiado en un canal como el de ustedes (en el caso del sexo femenino), antes de pagarle una capacitación que cada vez es menos valorada en este medio.

Sunday, February 04, 2007

JUAN CARLOS GUERRERO

Primera entrevista de Guerrero, nuevo MI, a su llegada al Parque del Ajedrez: Medellín, Colombia. Guerrero es el nuevo campeón del Centroamericano Sub-20 en El Salvador. 8 de agosto de 2007.


Por: Diego Londoño

Terminó la partida y los dos se pusieron a llorar. ¿Por qué lloraba David Arenas? Porque perdió con Juan Carlos Guerrero. ¿Por qué lloraba Guerrero? Porque David estaba llorando. La sensibilidad de quien sólo ganó Disciplina en cuatro períodos de su etapa colegial salió a flote en aquel año 2000. Al llegar al hotel de Cartagena donde se hospedaban, Juan Carlos hacía sonreír a David con una inocente pregunta: “¿cierto que todavía somos amigos?”

Juan Carlos Guerrero recibió su primer tablero de ajedrez en su Primera Comunión, sin saber qué eran esas piezas de madera ni para qué servían. Luego de que le contaran qué clase de juego tenían en sus manos, le pidió a su madre ser inscrito en clases. Jorge Mario Clavijo, en el INDER de Envigado, fue el encargado de guiar ese afán de saciar la curiosidad. “Clavijo me preguntó que si yo quería tener un hobby o ser un campeón. Yo elegí la segunda opción”.

En 2002, mientras ganaba el Departamental Sub-14, el de Cuarta Categoría, el de Tercera y finalizaba empatado en el de Segunda con Sebastián Marín y Andrés Arango, la familia Guerrero entraba en una crisis económica por la que tenían que hipotecar la casa. Abandonó el Colegio Militar por no tener el dinero para pagar una institución privada y su madre, con ayuda de las madres de los ajedrecistas de Envigado (en especial de Olga Zapata), mantuvo el hogar con un pequeño local de ropa. “Mi mamá hasta se ofreció a lavar baños con tal de sacarnos adelante”, cuenta Guerrero con voz de agradecimiento.

Juan Carlos, su madre y sus cuatro hermanas, dejaron atrás su vida de lujos en Envigado y se fueron a vivir a Itagüí, a un pequeño apartamento. Su padre se fue a buscar un mejor futuro para los Guerrero y, más adelante, la familia volvería a unirse. La venta de ropa fue creciendo y lograron montar, con éxito, un segundo local. En 2004 volvieron a vivir a Envigado.

Juan Carlos estaba decidido a abandonar el colegio, pero su entrenador le dijo que era absurdo dedicarse de lleno al ajedrez sin ser, por lo menos, campeón en Colombia. Guerrero, en 2005, se convirtió en campeón nacional Sub-18, con participaciones internacionales en el Mundial de Belford, Francia, y en España.

“Le fascina que le lleven las cosas a la pieza, es un conchudo”, dice Daniela Guerrero, su hermana menor, “de todas formas, es el mejor hermano del mundo”. La disciplina que no tuvo en su etapa de estudiante de colegio la ha tenido que adquirir en el ajedrez. “Si sólo gané cuatro veces Disciplina fue porque insitaba al desorden, eso sí: molestaba con inteligencia”.

Thursday, January 04, 2007

El vuelo de Tin


Augusto Castro

Alejado de su familia, oía a las aves cantar pero no se emocionaba. En el campo, su sitio favorito, vivió los 20 días más largos de su vida. El 9 de noviembre de 1995 Augusto Castro Herrera fue sacado del bus escolar mientras se dirigía al colegio. Los secuestradores llevaron al niño de 8 años hacia San José del Nus, donde permanecería las siguientes tres semanas.

“Si me quejara de la vida sería muy desagradecido. He tenido momentos difíciles, como toda persona. Mi secuestro en el 95, cuando era apenas un niño, eso sí me marcó un poco”, dice poco antes de cumplir 20 años de edad.

Un operativo del Gaula tenía cercados a los captores, quienes decidieron liberarlo. El varias veces campeón mundial se había inclinado por el bicicross luego de que un vecino observara su pasión por la bicicleta, viéndolo montar a diario en la unidad residencial e invitándolo a competir como sus hijos.

Desde muy pequeño, una tía le repetía “Agustín, tin, tin” y Augusto Castro, casi dos décadas después, conserva ese apodo. “Tin” Castro, el hijo de ganadero y apasionado por los animales, disfruta de sus paseos a la finca como de montar en “cicla”.

Desearía combinar la competencia deportiva con el cuidado a la naturaleza pero el tiempo se lo impide. “Voy a aprovechar este cuarto de hora que es deporte y luego pienso dedicarme de lleno al estudio”, dice “Tin”.

“Quiero ser el mejor en la categoría profesional, ganar todos los títulos que he ganado hasta el momento como aficionado pero en la categoría profesional y, lógicamente, estar en los Olímpicos y ganar una medalla olímpica”.

Los estudios de Zootecnia o Veterinaria han tenido que esperar y ha dado prioridad a su carrera de bicicrossista en los Estados Unidos, país en el que, desde el año 2000, vive de forma alternada con Colombia. “Estos seis meses allá y seis meses acá”.

En San Francisco, California, compite con australianos, deportistas provenientes de varias naciones europeas, estadounidenses y algunos argentinos, aunque para Castro no hay problemas para entenderse. “El bicicross es un idioma universal. Cuando no hay carreras sí es evidente la soledad de vivir alejado de tu familia”.