Atrapado en tu deseo

Estoy atrapado en tu deseo. Que me acompañes en mis viajes y que en mis ausencias me incluyas en tus pensamientos. Que tu sentir no fallezca cuando la distancia sea nuestra forma de presencia. Que la cercanía no la defina el reloj; que los minutos no determinen el sentimiento; que los besos no pierdan sentido si cambiamos días por horas. Ese sentir, que bien conoces, se encuentra ligado a tus deseos.

Libreto inalterable

Épocas que parecían ancladas en el pasado reaparecen sin haberlas invitado, con el sufrimiento cíclico que regresa cada cierto tiempo. Cambia la actriz pero el libreto permanece inalterable, como si el guionista se empecinara en incomodar. Lágrimas que se fueron y dejaron de ser cliché: el protagonista, con la reiteración del argumento, se hace cada vez más frío.