Pienso conservar ese episodio de la noche cómplice de los
dos, el ambiente propicio para que el pensar fuera eclipsado: simplemente
sentíamos. No fue necesario besarte para sentir que una parte de ti me
pertenecía. Te dije que quería que el tiempo no pasara y así sucedió: para mí
aún estoy ahí, contigo, viviendo un sueño mientras el resto duerme y ni
sospecha.
Luego, ni dormir quería. En realidad no lo necesitaba porque
despierto ya estaba soñando: juntar mis labios con los tuyos me bastaba para perderme
de la realidad. Deseo mantener ese sueño, como cada espacio que recorrimos
juntos, aquí o allá.
Tienes razón: las cosas no son iguales que antes. Y estamos
de acuerdo: cada momento es único y es justo entenderlo. No soy el mismo que
soñó con darte y recibir amor de tu parte, ahora simplemente trato de
entenderte, de ponerme en tu lugar y encontrar tus motivos, tus razones. Pero sí
hay algo que no cambia: sigo soñando, sueño contigo, con completar esa historia
que quedó inconclusa para mí.
No comments:
Post a Comment