Sentir y no pensar por falta de tiempo. Me pierdo en tu ser y el reloj pierde valor. Abrazar
una ilusión inalcanzable, admirar lo prohibido. Soñar, reprimir, sobrepasar,
doler; pérdida del sentido mientras sentimos: clara paradoja de un par de desorientados.
Buscamos sin saber qué, encontramos e ignoramos si esa era la fuente de
motivación.
Llegamos al destino, señalado por nosotros: no lo marcó una
fuerza superior ni una energía indescriptible que escapara a nuestra
comprensión. Miradas que se cruzan y se guardan, episodios almacenados en la
memoria. Aceptamos, vivimos, agradecemos, nos duele. Pasamos el límite que
nuestro compromiso demarcó, cruzamos la barrera de lo permitido.
Despedida cuando más vive el sentir.