Casualidad o causalidad enmascarada. Las circunstancias,
caprichosas y autónomas, nos cruzaron sin que nosotros lo dispusiéramos. Ellas
aparecieron, las acogimos y hoy basta darles la razón. Plenitud hasta en los silencios, conexión sin diluirse
en el otro, encuentros y desencuentros
que amplían. Verte y verme en alguna medida, escucharte y hallar más que eco,
caminar juntos sin que el rumbo importe. Inicio inesperado que no pretendo cerrar.